- Verá querida, mi hija nunca destacó mucho en lo de buscarse un buen partido. Sí, he de reconocer que me gana en belleza; además es esbelta y muy inteligente... Mucho. Pero un autentico desastre para buscar marido y mucho menos un amante que la complazca.
- Pero su esposo...
-¿Ese? Un perfecto imbécil. Sólo sabe amasar fortunas pero no sabe amasar unas buenas tetas. Y que conste que se lo digo por experiencia...
martes, 27 de abril de 2010
PEDIGRÍ
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