martes, 27 de abril de 2010

DE UN ROTO A UN DESCOSIDO

Le insertó un palo de escoba y ella fue feliz. Se lo agradeció con lagrimas en los ojos... Por fin, tras tantos años de sufrimiento, podía andar derecha y no pisándose la cabeza.


© Richard Archer - 2010 (Todos los derechos reservados)



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