martes, 27 de abril de 2010

O´TONGO

La señora que ahora decía ser su madre lo había encerrado en el baño. Había atrancado la puerta desde el pasillo. Le amenazó. Le dijo que no iba a salir de allí hasta que no hubiera limpiado bien todo su cuerpo. Se metió en la bañera. Contempló en silencio la pastilla de jabón. Era verde, ya usada, pero de considerable tamaño. La tomó con sus manos, la mojó y comenzó a restregarla con fuerza por su piel de ébano.

© Richard Archer - 2010 (Todos los derechos reservados)

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