martes, 27 de abril de 2010

EL REGALO

Le entregó una rosa y un paquete exquisitamente envuelto que parecía contener un libro. Ella lo abrió con delicadeza, como siempre abría todo sus regalos. Las sospechas no tardaron en disiparse, aquello era un libro. Ella lo abrió y repasó sus paginas con extrañeza. No había rastro de texto en su interior. Alzó la mirada y preguntó por qué. Él, sonriendo, contestó: "Está hecho para que tu lo escribas."

© Richard Archer - 2010 (Todos los derechos reservados)

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