Nadie piensa en la naturaleza de los objetos, si estos poseen o no alma, si por algun motivo cósmico o esotérico son capaces de sentir algo acerca de sus dueños. ¿Se entristece la falda si ese día no la elegimos? ¿Se enfurece el pantalón o un libro si tras un accidente lo rasgamos o se mancha de aceite? ¿Es capaz un boligrafo de sentir que llega su fin cuando derrama su últimas gotas de tinta? ¿Siente asco un zapato al pisar un cagarro? ¿Son los objetos capaces de influir en nuestra compra mucho más alla del marketing? Quiero decir, cuando nos acercamos a una estantería ¿son ellos los que nos eligen o somos en realidad nosotros? Si pudieramos escucharlos estoy seguro que nuestra cabezase llenaría de cientos de insistentes voces, agudas o graves que nos abrumarian para hacer todo lo posible para que nos los llevasemos a casa...
© Richard Archer - 2010 (Todos los derechos reservados)
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