- Y qué... ¿Te gusta mi casa?
- Mucho. Pero, perdona este pequeño apunte. Me he dado cuenta que no tienes ningún espejo, ni siquiera en el cuarto de baño.
- Sí, eso es cierto. Verás nunca me han gustado los espejos. No es que los odie, no soy tan vanidosa como para ello, es que realmente me dan miedo...
- ¿Miedo? No entiendo...
- Si, puedes reirte de mi si quieres pero siempre he temido que al mirarme en uno de ellos no sea yo quien se esté contemplando.
© Richard Archer - 2010 (Todos los derechos reservados)
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