sábado, 1 de mayo de 2010

GÉNESIS 4:8

 Angah´g agarró un palo y lo levantó a tiempo antes de que C´hug le golpease con la piedra. El impacto, aunque fue truncado, resultó violento, tanto que ambos hominidos perdieron el equilibrio rodando ladera abajo. El diminuto Neardental acabó su descenso golpeándose uno de los costados con una gran roca, notó como algo se le rompía en su interior por lo qué emitió un grito agudo de dolor. El Cro-Magnon tuvo más suerte. Consiguió frenar su descenso agarrándose de unas hierbas altas sin dañar su cuerpo con el menor rasguño. Se levantó. Miró a su alrededor y vio a su contrincante un poco más arriba a pocos metros de él. Parecía malherido. Buscó un arma y lo único que encontró cerca fue una quijada de ciervo con restos de pellejo aun colgando de su osamenta. Se acercó a su enemigo y sin la menor contemplación se la estampó en la cabeza una y otra vez. No se detuvo en su empeño hasta cerciorarse de que éste dejaba ya de moverse. Acto seguido alzó su arma y tras arrojarla al aire profirió un poderoso alarido de victoria. Poco se imaginaba de que aquel ser que yacía sin vida a sus pies era el último de su especie.  


© Richard Archer - 2010 (Todos los derechos reservados)

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